viernes, 31 de julio de 2009
La Pizzería Trucha de Bonatto
Puro servicio. Así es este blog. En base al post anterior y la imposibilidad del comentarista y colega bloguero Fernando Bonatto de agregar fotos en los comentarios, le solicitamos que nos enviara copia de su hiperputeadísima factura de gas.
Ahí está. Click para agrandar y hacer un poco de voyeurismo por la vida de la familia Bonatto. Lectores, comentaristas y acreedores podrán ahora hacer un detallado análisis de sus consumos. Y no faltará quien pregunte si marchan la especial "Bonatto con ananá y jamón".
Nobleza obliga, Fernando, y gracias por invitarme a la pelopincho, pero le tengo que confesar que el agua está como para tomar mate.
Algunas consideraciones sobre el aumento en la tarifa de gas
jueves, 30 de julio de 2009
Escuela Argentina Opositora Modelo
Consultado, el director de la escuela Don Hugo Monsanto Biolcatti, "off the record" confesó que es una de las peores promociones de las que tenga memoria.
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Siete Tribus
Uno de estos jovencitos, alrededor del año 430, heredó de un tío el liderazgo y la responsabilidad de conducir el destino de su tribu, a los 12 años.
Pocos años antes había sido capturado por las fuerzas del pueblo hegemónico de la época, los Romanos, que lo convirtieron en prisionero y lo enviaron a cumplir trabajos forzados junto a sus compañeros a Roma. Habiendo observado con cuidado la vida y las costumbres romanas, percibió rápidamente que su tribu contaba con ventajas críticas en el aspecto militar. Las pondrá en acción más adelante, cuando el espacio vital que su tribu necesitaba, se veía amenazado por Romanos y Visigodos.
Su avance se estabilizó en las llanuras de Panonia, región que hoy comprende parte de Austria y Hungría, al norte del Danubio. Desde este punto levanta un verdadero imperio “móvil”, trashumante. En el que, entre otras tareas impescindibles para garantizar sustentabilidad, organiza un ejército de elite conformado por unos 60.000 jinetes.
El fruto de los botines que recoge y las compensaciones con que fuerza a sus enemigos pasaban a engrosar la riqueza de las siete tribus de manera equitativa. No obstante él practicaba la austeridad: seguía comiendo en vasijas de madera y vistiéndose con piel de caballo.
Sin embargo su tribu desconoce la escritura. De manera que, inevitablemente, delega su Historia y la de sus Siete Tribus en la pluma del enemigo. No es necesario aclarar que estará llena de calumnias e imprecisiones. Las que sean necesarias para mancillar su reputación de manera insalvable e interponer una lección de conformidad a quienes pretendan iniciar un camino parecido.
Quién, si no, se encargaría de bautizar a Atila con el rótulo de “Azote de Dios”?
miércoles, 29 de julio de 2009
Buenos momentos, good fellas
Por eso, me parece importante responder cuando El Abuelo publica una entrada como la que se puede leer hoy, bajo el sugestivo título Buenos momentos.
Recomiendo leerla, es corta. Pero, de todas maneras, la resumo. Reproduce dos artículos del decreto Nº 2284/91, en los que se suprimen todas las "restricciones que distorsionen los precios de mercado evitando la interacción espontánea de la oferta y de la demanda", así como las "estricciones, los cupos y otras limitaciones cuantitativas a las importaciones y a las exportaciones ".
La fecha del decreto es octubre de 1991, cuando la convertibilidad cumplía seis meses y empezaba a sacar los dientitos, que en pocos años se convertirían en esos terribles colmillos que desagarraron el tejido social y económico del país. Los firmantes, por supuesto, eran Menem y Cavallo, los "buenos muchachos" que sonríen desde la foto de al lado.
Sería un error y una ingenuidad, inadmisible en personas de más de cinco años, limitar el análisis de este decreto al simple deseo de eliminar distorsiones en el "libre juego del mercado". No porque uno sea un creyente de esa religión: ni existe ese libre juego, ni el mercado es transparente, ni los que intervienen en él tienen la misma información, ni nada de nada de los supuestos liberales. Así que no hay nada que lamentar cuando el Estado interpone sobre las distorsiones propias del mercado otras distorsiones de signo opuesto, destinadas a proteger a los más débiles, ya sea como trabajadores o como consumidores.
Pero, además, el decreto era parte de un conjunto de medidas, un verdadero plan destinado a producir modificaciones profundas y duraderas en la economía nacional. Es como parte de ese conjunto que se debe considerar las medidas y es a partir de los resultados del plan que se debe evaluar si puede aplicarse al expresión "buenos momentos" a octubre de 1991.
Con crecimiento del producto, comenzó a crecer la desocupación. La economía nacional quedó a la intemperie, con déficit del comercio exterior, cierre de industrias y endeudamiento enloquecido. Abiertos (de piernas, diría algún grosero, pero acá no lo diré) a los vientos de la especulación mundial, bastó una crisis financiera en México para que la Argentina entrara en recesión. Y, si bien la recesión fue breve y no demasiado profunda, la desocupación se disparó a niveles sin precedentes (por lo menos, desde 1934), niveles que mantuvo por casi una década.
Al cimbronazo del tequila siguió un par de años de recuperación. Pero la lógica inmanente del plan comenzó a operar cada vez con más fuerza, cada vez más imparable. El predominio de la valorización financiera continuó castigando a la economía mundial (Sudeste asiático, Rusia Brasil) y la Argentina estaba crecientemente a la intemperie. A mediados de 1998 comenzó la recesión más profunda y prolongada de la historia argentina (en todo caso, disputa el primer puesto a la de 1914-18), llegando a niveles de desocupación que no se vieron ni siquiera en la crisis de 1930 y niveles de pobreza impúdicos.
El final de la historia ocurrió estando de nuevo Cavallo en el Ministerio de Economía. Con una deuda de dimensiones monstruosas, vencimientos incumplibles, el Estado en quiebra, el comercio exterior desfondado, la industria fundida, los campos en remate, la situación social desesperante y los pocos dólares existentes remando afanosos rumbo a Montevideo, el ilusionista probó un nuevo truco: el corralito. El colapso económico y social era completo.
La reacción popular y el tan postergado cambio de la política económica son parte de otra historia.
La que se preparó con medidas como el decreto 2284/91 es la historia de horror que el neoliberalismo hizo triste realidad en la Argentina. Llamar a eso "buenos momentos" es una burla sangrienta.
El link para el decreto ha sido afanado a El Abuelo Económico. Perdón, Abuelo.
Viernes, otra vez...
Hay una reunión el viernes. Grosssssa. Sin powerpoint ni boludeces. Los fierros y las facas arriba de la mesa, a la vista de todos. Y nosotros tenemos la foto 48 horas antes. Por algo somos cartoneros.
La foto, sí. Lo que no tenemos es la data.
El lector nos ayude a identificar a Roca, a Runciman... Ah! Y a don Lisandro también.
Foto: Talleres Gráficos Cartoneros
Indicador de variación salarial
Así y todo hay que decir que se verifica, en algunos meses, diferencias mucho más importantes en la facturación. Estas se deben principalmente a que el aumento de la cuota de la Prepaga se efectiviza en marzo, mientras que los aumentos salariales por convenio se traducen en aportes con dos meses de diferencia. Es decir, si el convenio nuevo rige desde marzo, ésto se traduce en aportes a la Seguridad Social recién en mayo. Esta característica siempre genera un excedente en favor de la Prepaga, y en detrimento del trabajador, durante unos meses.
Aún así, la facturación, en la comparación interanual nunca mostró diferencias mayores a +65%, lejos del 95% acumulado que registra la cuota del Plan de Salud.
La entrada no intenta ser demostrativa de nada. Es simplemente un detalle, en medio de una situación de extremada complejidad para el análisis, como es el nivel del salario, y la distribución del ingreso.
martes, 28 de julio de 2009
Postales II
- Una de las ciudades más pobladas de su continente y la ciudad más importante de su país: fue su capital hasta 1991, cuando se trasladaron las funciones administrativas y ejecutivas hacia el centro del país, a una nueva ciudad diseñada y construida a ese efecto: Abuja. Con todo, nuestra ciudad sigue siendo, económica y comercialmente, la más importante del país.
- Tiene 8 millones de habitantes y crece a una de las tasas más altas del planeta.
- Está situada sobre una laguna de la que tomó el nombre, formada por la desembocadura de varios arroyos sedimentarios que dan lugar a varios islotes y largos brazos costeros que entran al mar paralelos al continente y se convierten en atractivas playas.
- Fue fundada por un colonizador portugués que buscaba un lugar para establecer un puerto desde donde traficar a Europa las riquezas del continente, prioritariamente pensaba que esas riquezas eran los mismísimos hombres de piel negra que encontraba en la región.
- Fue el lugar desde donde se promovió la desvinculación con el Imperio Portugués que la fundó para convertir a su país en “Colonia y Protectorado” bajo control inglés, qué otro? Casi como las Invasiones Inglesas, pero sin gesta reconquistadora.
- Vivió un boom petrolero en el último tercio del siglo XX, que la convirtió en el principal puerto exportador de dicho producto en la región. Así, la ciudad experimentó un crecimiento demográfico que fue subsumiendo a los pueblos y localidades que satelitaban a su alrededor. Hoy su Municipalidad, que debe convivir con otras 20 divisiones administrativas, es la más importante de una gran metrópolis que se suele denominar con su nombre.
- En la actualidad es un centro comercial y financiero que no envidia a los de otras ciudades, primermundistas y más conocidas: rascacielos, grandes centros comerciales, construcciones masivas, obras de infraestructura, etc. Allí se nuclea el corazón económico del África central: bancos, entidades financieras y de seguros, empresas petroleras, gasíferas y carboníferas, grandes traders metalúrgicos y agropecuarios, firmas textiles y petroquímicas, fabricantes de zapatos y de alimentos procesados, y un largo etc. Dos terminales automotrices también se asientan en la periferia de la ciudad.
- La ciudad cubre un amplio espectro de distribución de la riqueza entre sus habitantes: va desde los indigentes a los varias veces millonarios, y como las de su tipo, con enormes heterogeneidades y agujeros. Están quienes, como nosotros, empujan un carro cartonero y quienes son conducidos en vehículos fuertemente blindados y custodiados.
- Sin dudas ofrece el estándar de vida más alto de su país y probablemente uno de los más altos de su continente.
- Tiene un excelente sistema de autopistas urbanas que se combinan con bellos puentes y autovías aéreas que mojan sus pilotes en las aguas de su laguna, pero no puede evitar las enormes congestiones de tráfico que surgen en los horarios pico.
- Un interesante sistema de transporte público cuyo actor estelar no es ni el bus, ni el metro ni el tren ni el ferry, sino unas motos que cumplen funciones de taxi y se llaman "Okadas". A pesar de sus bajas condiciones de seguridad, el gobierno municipal nunca las combatió porque reconoce que son una importante fuente de trabajo y una fuente de alivio a los problemas de transporte público.
- La cultura musical que emergió de la ciudad es muy vasta e incluye el origen de ritmos como el highlife, el jújú y el afrobeat. Desde el punto de vista musical y de expresiones artísticas asociadas, es altamente probable que la música que conozcamos con origen en África haya nacido o haya sido editada aquí.
- Es el centro de la industria cinematográfica africana, y existe un barrio de la ciudad que en los reductos fílmicos se conoce como Nollywood (hollywood nigeriano).
- También es sede del Teatro Nacional de las Artes, centro neurálgico de las actividades culturales de la ciudad y el país.
- Al nigeriano le gusta mucho el fútbol y esta ciudad, además de varios equipos muy populares como el Julius Berger y el First Bank, todavía contiene a la Asociación Nigeriana de Fútbol (NFA) y de la Asociación Estatal de Fútbol. La selección del país, las Águilas, que tantos malos ratos le hicieron pasar a nuestros albicelestes, juegan como locales en el Estadio Nacional, en el barrio de Surulere. Aunque algunos partidos últimamente se corren a jugarlos a Abuja.
- Cuenta con una larga lista de institutos educativos y culturales, muchos de ellos de raíz extranjera, la mayoría bi e incluso trilingües. Se encuentran representaciones culturales y educativas de países de Europa como la Dante Alighieri y la Alianza Francesa, en los barrios más selectos de la ciudad.
- En 2006 una iniciativa que se materializó cuando Nigeria canceló en un solo pago su deuda con el Club de París, por 12.000 millones de dólares, tuvo origen aquí.
Hablamos, amigos, de Lagos, en Nigeria.
Después de pasear un rato por sus calles empujando el carrito de la imaginación, nos damos cuenta que a pesar de infinitas diferencias, muchos más son los puntos de contacto con nuestra propia ciudad, con nuestro barrio.
Una ciudad portuaria, fundada por hombres que venían de Europa, cuyo destino era convertirse en un enclave desde el cual remitir a la metrópolis las más preciadas riquezas que ofrecía la región, utilizando como herramientas para convencer a la población local en primer lugar una cierta persuasión que bien podía ser hija de la corrupción de sus clases dominantes. Y cuando esta persuasión se hiciera difícil o imposible, el necesario convencimiento iba a llegar en la punta de bayonetas.
Eso. Una ciudad brillante en un marco de pobreza y explotación sin límites. Una perla en el barro. Una capital más del saqueo y la devastación, qué sólo es sustentable en el tiempo si las elites dominantes perciben que la retribución que perciben por el yugo que imponen a sus compatriotas es, de algún modo, justa.
Como dijimos, las más preciadas riquezas que ofrecía Lagos y los territorios bajo su control eran a su vez las más innobles: Lagos exportó fuerza de trabajo que se subió a los barcos negreros en contra de su voluntad. Podría haber sido cualquier otro producto. Buenos Aires, por ejemplo, exportó primero oro y plata, luego carnes, harinas, durmientes, lanas y linos. Pero los centros de poder europeos no medían la mercancía que recibían con el fiel de la moral sino con el de la utilidad y la renta.
Y, como siempre me pasa en mis recorridas nocturnas, no puedo dejar de preguntarme por qué vivimos obnubilados por París, por qué nos desvela lo que pensarán de nosotros en Madrid o lo mucho que nos parecemos a Milán. Cuando nuestro destino está, profunda, inextricablemente, unido a Lagos, a Nigeria...
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lunes, 27 de julio de 2009
Postales I
Llega a nuestra redacción cartonera una carta sin firma ni remitente, conteniendo la postal que ilustra este post. Nuestra acotada autonomía, nuestra dificultad para subir un carrito a un cordón, nos impide identificar de qué lugar se trata.
Por ese motivo les preguntamos a nuestros queridos lectores, cultos y bellos, de qué ciudad se trata. O de qué país. O de qué continente, en fin.
Detrás de la Ley de Medios...
domingo, 26 de julio de 2009
Galería VI - Pintura
sábado, 25 de julio de 2009
San Pugliese
Este blog, en el 14º aniversario de la desaparición física del Maestro, tiene el gratísimo honor de declararlo su Santo Patrono Protector. Estaremos mejor protegidos que nunca.
viernes, 24 de julio de 2009
Cartón for espor VI: Retenciones
click para agrandar
Puede verse en ella el tratamiento que reciben partidas representativas de exportaciones industriales significativas, en términos de derechos y reintegros por exportaciones. La tercera columna indica lo que se conoce habitualmente como “retenciones” (técnicamente Derechos de Exportación) que se cobran sobre valor FOB. En la columna siguiente aparecen los reintegros por exportaciones, que aunque pagados en instancias bien distintas del proceso exportador, deben netearse de retenciones para dar cuenta del verdadero coeficiente conque el Estado promueve o castiga determinadas exportaciones. Dicho neto figura en la columna siguiente, como “Neto Retenciones”. A continuación el valor FOB exportado en 2008 para las partidas o grupos de partidas y a continuación el monto neto de retención (o reembolso si el signo es negativo) que afecta a cada grupo.
Técnicamente se habla de grupos cuando algunos productos similares presentan variaciones menores que generan encuadres en partidas arancelarias distintas: los unimos bajo una raíz común, que denominamos grupos (e.g.: polietileno en pellets, polietileno alta densidad y polietileno baja densidad, bajo partidas diferentes que tienen en común los cuatro primero dígitos de la partida polietileno, 39.01).
El orden de la lista es según FOB total exportado en 2008, de mayor a menor.
Rápidamente se pueden sacar las primeras conclusiones: una es que las retenciones para estos productos (recordemos que nos circunscribimos a MOI, manufacturas de origen industrial), con la única salvedad del biodiésel, están afectados por un coeficiente único y plano del 5%. No importa si usted fabrica bobinas de poliestireno en bruto o yates de lujo, glifosato a granel o motores de automóvil, su venta al exterior se verá afectada por el mismo factor en sus exportaciones industriales.
De manera que si uno intentara conocer las preferencias de desrrollo industrial de nuestro Estado, a través de cómo premia (o penaliza) el espectro de exportaciones industriales, podría decir que no presenta ninguna sensibilidad.
Por ejemplo frente a la capacidad generadora de mano de obra que una producción puede representar frente a otra (cuántos empleos, directos e indirectos, afecta la producción de chapa de acero frente a la producción de automóviles por dólar exportado?), el Estado dice “no importa”.
Por ejemplo frente a la importancia estratégica que una actividad industrial representa frente a otra (es lo mismo que se exporte plomo en lingotes que baterías de automóviles o teléfonos celulares?) El Estado dice, nuevamente, “no importa”.
Por ejemplo frente al estadío madurativo que una industria tiene o necesita para alcanzar una determinada productividad, calidad y estabilidad frente a competidores internacionales (es lo mismo una empresa que ha alcanzado la frontera tecnológica en su rubro y hace productos que son considerados los mejores del mundo en su nicho que una empresa que es pionera en su sector pero que está en un estadío previo, menos maduro del proceso de aprendizaje y por lo tanto es mucho más vulnerable a la competencia extranjera?). Nuevamente el Estado dice “da lo mismo”.
Digámoslo ya: tener un coeficiente de retenciones fijo y plano (across the board) para las MOI es sinónimo de NO TENER política industrial.
Los coeficientes aplicados como retención a las exportaciones no sólo son un mecanismo de obtención de recursos, sino la herramienta por excelencia para promover (o penalizar) producciones que tengan un mejor efecto multiplicador de mano de obra, que dicha mano de obra sea más o menos calificada, que el producto le garantice al país participar en una determinada carrera tecnológica con perspectiva de futuro (aeronáutica, espacial, farmacéutica, biogenética, informática, naval, automotriz, etc.)
Alguien podrá decir es que la columna de reintegros la que cumple esa función. Mírela bien: premiamos la producción de tubos sin costura y la producción de alambres de acero; el mismo tubo y el mismo alambre de hace 20 años; las mismas plantas (Siderca y Acindar); la misma cantidad de operarios (o menos en la medida que ciertas tareas van reemplazando al hombre con robots); las mismas amenazas de despidos masivos cuando llega la crisis y cuando empieza la época de paritarias). Esos reintegros se parecen mucho más al resultado de prebendas específicas y capacidad de lobby por parte de determinados capitanes de la industria que al producto de una política industrial selectiva e inteligente.
No jodamos. Política industrial de en serio se hace con el bolsillo.
Entonces, Contradicto devino opositor???
NO. De ninguna manera. Por dos motivos.
Primero. No escuché a ningún opositor presentar una idea a este respecto. El Coro de Niños y Jóvenes Cantores que suele acompañar a la Orquesta de Cámara de la Mesa de Enlace no tiene idea de qué estoy hablando.
Segundo. Este post es una demostración (creo que cabal, pero le voy a dejar los calificativos a los comentaristas) de que las retenciones son mucho más que una herramienta recaudatoria. Esto incluye también las retenciones agropecuarias. Frente a los datos expuestos a lo largo de esta zaga de posts que incluyen este mismo, la pretensión de reducir a cero las retenciones agropecuarias, solapada por la Mesa de Desenlace, es lisa y llanamente una burla al sentido común, además de una idiotez. Como regla general, en Argentina, el piso de las retenciones para productos primarios y manufacturas de origen industrial, salvo excepciones perfectamente justificadas, no debe perforar el techo de las retenciones industriales.
No sólo eso, la aplicación y la capacidad de discriminación del esquema general de retenciones debe ser prerrogativa fundamental y discrecional del Poder Ejecutivo. Esto se llama política económica. Y la movida de llevar esa discusión al Congreso no parte sino de la intención solapada y perversa (denunciada en este blog) de ahogar al Gobierno desde lo fiscal para dar lugar a un escenario de caos y eventual cletización del sillón de Rivadavia.
En el próximo y último post de esta zaga discutiremos la viabilidad de la una política como la que aquí se sugiere.
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jueves, 23 de julio de 2009
Lycaon pictus
Lo definen algunas actitudes que tiene hacia adentro de la jauría. Se ha observado en algunas instancias, mientras comparte ocio con sus crías y sus congéneres, que se retira del grupo unos tres o cuatro metros, se sienta y con una pata trasera se rasca enérgicamente el cuello. Es una señal de educación y de respeto. Busca proteger a los suyos de sus propios parásitos.
Cuando el hombre decide monitorear ejemplares al azar, lo más usual es que decida instalarle un collar de seguimiento, para lo cual debe adormecerlo. La tarea se realiza en terreno. Y la víctima elegida nunca es abandonada por los ojos de sus compañeros de jauría, que monitorean con angustia lo que le ocurre al hermano dormido. Apenas los humanos abandonan el lugar, sus compañeros vienen a buscarlo y lo arrastran de vuelta hacia el terreno en el que se concentra la jauría. Van tirándolo del mismo collar que acaban de instalarle los humanos y habitualmente dos o tres machos adultos tratarán de morder y dañar ese extraño dispositivo hasta abrirlo o romperlo, defendiendo al compañero de esa pieza extraña y ajena que le han montado al cuello. Los primeros collares eran de cuero y, por cierto, resultaban verdaderos manjares. Luego el hombre los perfeccionó y ahora son inviolables.
Una jauría puede estar compuesta por seis o siete adultos, pero solo el macho alfa y la hembra dominante se encargan de la procreación. Eso no genera rivalidad con los restantes. Ellos pasan sus días asistiendo y ayudando a criar los cachorros "sobrinos".
Cuando una hembra está amamantando a sus crías pequeñas, que no pueden valerse por sí mismas, y llega otro adulto, ella se levanta y abandona todo. Va hacia el recién llegado e introduce su hocico en la boca de aquel emitiendo un aullido especial, al que él responde con una contracción de su abdomen seguida de regurgitaciones. Es regla de la jauría, cuando uno come, todos comen.
Esa es la forma en que ella se alimenta durante los meses de amamantamiento. Cuando pueda, volverá a cazar. Y es normal que una hembra no dominante, que ha sido preñada, mate a sus propias criaturas apenas nacen o deje que lo haga otro adulto. Es la escasez de la sabana la que impone estos códigos de conducta.
Pero la idea es simple: los mejores cazadores, afuera cazando; los cachorros alimentándose rápido para dejar pronto el lugar de demandantes y convertirse en oferentes; el resto con la jauría, ayudando en lo que sea necesario.
Los métodos usados durante la cacería son perfectos. Mucho más eficaces que los del resto de los carnívoros. Trabajo en equipo. Paciencia incansable. Subordinación a las órdenes del líder y una voluntad a prueba de todo. Una vez que la cacería tuvo lugar, como en todas las sociedades animales, la jerarquía prevalece, pero el nivel de solidaridad es alto. El primero que come es el primero que parte hacia el lugar en el que se encuentran los débiles, para regurgitar parte de lo ingerido. Otros siempre quedan cerca del lugar de almuerzo y realizan tareas fundamentales, seccionar el cadáver y defenderlo de los “clepto-parásitos”, las hienas, los chacales y los buitres.
Hasta hace sólo 20 años, los guardaparques de Botswana y Sudáfrica tenían permiso para matarlos. Hace 10 años las autoridades cayeron en la cuenta de que quedaban en pie sólo cinco mil.
Ocurrió porque los perros salvajes fueron etiquetados con saña: el método que usan para dar muerte a sus víctimas es destriparlos vivos. Y esto le parece cruel a los humanos, pero la muerte es inmediata y prácticamente indolora. Atacan directamente el abdomen de su presa, que usualmente presenta las capas de piel más finas, y no se detienen hasta desollarla. En la sabana esto no es más cruel que los filosos dientes de una leona en la yugular de una cebra. O un chita sacudiendo salvajemente un antílope por los cuartos traseros hasta desnucarlo. Pero fue suficiente para que nunca se convirtieran en efigie de un escudo medieval, símbolo de una ciudad o marca de un automóvil.
Mala fama, que le dicen. Se la impusieron los mismos que los exterminan.
miércoles, 22 de julio de 2009
Acumulación
Los procesos de agregación de valor en cadena se vuelven cada vez más complejos, de lo cual resulta que el valor que se agrega encima de la materia prima sea cada vez mayor. En el producto terminado, y a partir de la complejización de la producción, la materia prima tiene un peso relativo cada vez menor. Este proceso tiene un correlato representativo en la conformación del precio.
Al mismo tiempo, otra tendencia ingobernable es la del aumento de lo que Marx llamaba composición orgánica del capital. En aras de obtener mayor rentabiliidad, el capitalista mejora su posición de capital, lo que le permite mejorar la productividad, o sea captar mayor plusvalor.
En este marco, el productor de materias primas sólo sobrevive equiparando por cantidades. Para compensar, debe vender más. La clave de la supervivencia es la escala de producción. La concentración se vuelve inevitable.
La forma de evadir esta tendencia tiene que ver con un cambio significativo de concepción. El INTA propone la integración vertical del productor a la cadena de agregación de valor, a través de ciertas formas eficientes de asociativismo. Acá, un artículo que habla sobre el tema.
De esta forma, la asociación de productores adquiere escala en la producción de materias primas, y agrega valor obteniendo para sí el plusvalor que le retacea la intermediación. Esta nacionalización y regionalización de la cadena, en una primera etapa, significaría un incremento de capital nacional, reemplazando capital y trabajo extranjeros.
Por supuesto que hablamos simplemente de una primera etapa. El que quiera ver en esto un paso directo hacia la socialización de los medios de producción se confunde. El capitalismo y su lógica de acumulación, una vez establecidos, comenzarán a operar reproduciendo el mismo funcionamiento que describíamos más arriba, en detrimento del salario, y en favor de la concentración.
Más allá de los nombres propios, ni Cristina, ni Moreno, ni Biolcatti presidente, podrían evitar lo inevitable, ni aún proponiéndoselo.
martes, 21 de julio de 2009
Cartoneros cumple, Sirinivasa dignifica
La receptividad de nuestros lectores fue mucho mejor de lo que esperábamos, pero un comentario dejado por el gran blogger Sirinivasa, guía espirtual virtual de este blog y el mismo que hizo una oferta hostil por el pase de Mariano, sin ir más lejos, caló profundo en nuestras conciencias.
Y no pudimos con nuestro genio: comparamos nuestra canasta básica cartonera cotizada en Coto Digital con dos reconocidas cadenas de la hermana República Oriental: Multiahorro y Tienda Inglesa. Buscamos los mismos productos, en cantidades y presentaciones similares a las que teníamos y las cotizamos del otro lado del río. Como teníamos dos cadenas, en cada caso elegimos el mejor precio de los que ofreció cada cadena.
Hacemos algunas salvedades antes de ofrecer los impresionantes resultados: cuando un producto no viene en el packaging con el que se presenta en Argentina, presentamos el precio unitario en pesos uruguayos por el producto en Uruguay en la penúltima columna y el precio convertido en pesos argentinos Y AFECTADO por el cociente proporcional de cantidades para asimilarlo al producto nacional. Por ejemplo, en Uruguay no pudimos conseguir un desodorante aerosol por 125 gramos. Conseguimos uno de la misma marca pero por 165 gramos (seguramente producto de la mayor amplitud de las axilas orientales) que salía 72 pesos uruguayos con 50 y lo convertimos a pesos argentinos a razón de un tipo de cambio de 6 con 10 pesos uruguayos por nacional, para luego reducir el envase a 125 gramos a través del factor 0.7575.
Tratamos siempre de replicar marcas cuando esto fuera posible. Cuando no pudimos, elegimos el producto uruguayo que manteniendo presentación y cantidad, fuera el más barato, como todo buen cartonero debe hacer, cualquiera sea su posición geográfica respecto de Mar Dulce que nos separa.
Quedamos locos: la misma canasta en el país de Artigas, Benedetti y Francéscoli CUESTA 64% MÁS. Impresionantes diferencias en carnes, harinas (y derivados) y leches (y derivados), que son medulares a la canasta alimenticia de las familias rioplatentes.
Mire la lista con calma y tranquilidad (click para agrandar). Y disfrute no trabajar en Uruguay, donde el salario mínimo es de $U 4.441 desde el pasado febrero (convertible a $ARG 728 comparado con los actuales $ 1200 que Moyano ya quiere retocar).
Y para despedirlo, una pastillita: el lomo de ternera en Uruguay, por kilo, 490 pesos orientales...
Cuánto?...
Tiene calculadora a mano?...
Ya dividió?...
Sí?...
Cuánto?...
Siiiiiiiiiiií... OOOOOOOOOOCHENTA pesitos. Un verdadero enchastro.
Abrazo latinoamericano.
Potosí
No vamos a repetir acá el dignísimo trabajo de Galeano. Muchos de nuestros lectores habrán decidido transportar, en algún momento de sus vidas, esta piedra en el zapato de la literatura, que no se lee sino que se sufre, pero que como pocas pone en verdadera dimensión nuestra realidad, la de pertenecer a una tierra hija de la explotación y el saqueo. Debe ser ese estado de comprensión al que nos transporta su famoso libro, el que más nos oprime y más nos duele.
Pero también , acaso hoy mismo, alguna de las hijas de Obama, parada sobre la autoestima de ser la hija del presidente del país más poderoso del mundo y merced al regalo que le hizo a su papá un dictadorzuelo latinoamericano, también estará sorprendiéndose por las peripecias de otros abuelos esclavos, que vivieron bien al sur del suyo propio. Ojalá.
Para nosotros Galeano queda ahí, faro insoslayable para nuestra barcaza más módica y sencilla.
Potosí.
Si el desvelo de los conquistadores españoles era encontrar La Ciudad de los Césares, El Dorado, la Trapalanda, podríamos decir que nunca lo lograron. Que tuvieron que construirla con sus propias manos. O mejor dicho las de los indios. Y le dieron por nombre Potosí.
Solo necesitaban eso. El rumor de la existencia del Sumaj Orko, el cerro hermoso. Sólo un rumor. Para 1570 ya vivían en Potosí alrededor de 120 mil personas. Todas revestían esta categoría desde poco tiempo antes. Los originales habían dejado de ser infrahumanos hacía 33 años, cuando Paulo III promulgó la bula papal Sublimis Deus que reconocía la naturaleza humana de los indígenas a los ojos de Dios y de la Santa Iglesia. Eran la mayoría que trabajaba durante días sin ver la luz del sol y que desde entonces podían ser bautizados y comulgados.
Eran más habitantes que los que vivían en París, Madrid o Roma. Potosí ya era “Villa Imperial” bajo el nombramiento real de Carlos V (junto a Madrid, Toledo y Viena) cuando Nueva York no era ni siquiera eso, era Nueva Amsterdam.
Apenas nació, ya daba forma a la orgía de despilfarro y exageraciones que iban a escribir su historia. Las fiestas de coronación de Felipe II tuvieron en Potosí un costo de 8 millones de pesos fuertes y duraron 24 días. En comparación, el sistema de acueductos de Potosí, que se hacía imprescindible para que las enfermedades no diezmaran las legiones de indios mineros costaría, 21 años más tarde, la faraónica suma de 3 millones de duros.
Un censo que ordenó el gobernador en 1650 registró 160 mil personas y la convertía por lejos en la ciudad más grande de América. Buenos Aires en esa época alcanzaría con suerte 10 mil habitantes y Boston no sabía si podía superar con éxito el próximo invierno o el próximo ataque de los iroqueses. Una casta rica y despreocupada controlaba la Villa Imperial, viviendo una vida despreocupada y licenciosa. Para fines del siglo XVII, aventureros afortunados y criollos ricos que buscaran algo de diversión en la ciudad, iban a encontrar 14 salones de baile, treinta y seis casinos y un teatro. Algunos años más tarde un gobernador de la ciudad decidió festejar el día de San Juan instalando en la ciudad un circo traído de Europa del que se decía que tenía una variedad de animales igual al Arca de Noé. Para que los transeúntes no sintieran sequedad en la garganta, decidió instalar tres fuentes en lugares clave de la ciudad, de las que surgían tres chorros permanentes y, por supuesto gratuitos, de agua, vino y chicha. No alcanzaban los dedos de cien manos para contar las “Casas Venéreas”, según contaba el sacerdote Antonio de la Calancha. Todos imaginamos que no se refería a lugares de retiro espiritual.
Pero siempre había lugar para el arrepentimiento y la contrición: treinta y seis iglesias espléndidamente ornamentadas luciendo ricos tapices, cortinajes, blasones y obras de orfebrería, algunos importados de los lugares más exquisitos y otros hechos por los indios, sus mujeres y sus hijos, rindiéndole culto a un Dios que nunca daba la cara y que, cuando hablaba, sólo decía culpa, sólo decía temor.
“De los balcones de las casas colgaban damascos coloridos y lamas de oro y plata. Las sedas y los tejidos venían de Granada, Flandes y Calabria; los sombreros de París y Londres; los diamantes de Ceylán; las piedras preciosas de la India; las perlas de Panamá; las medias de Nápoles; los cristales de Venecia; las alfombras de Persia; los perfumes de Arabia, y la porcelana de China. Las damas brillaban de pedrería, diamantes y rubíes y perlas, y los caballeros ostentaban finísimos paños bordados de Holanda. A la lidia de toros seguían los juegos de sortija y nunca faltaban los duelos al estilo medieval, lances del amor y del orgullo, con cascos de hierro empedrados de esmeraldas y de vistosos plumajes, sillas y estribos de filigrana de oro, espadas de Toledo y potros chilenos enjaezados a todo lujo” nos cuenta Galeano.
Por supuesto que cuando la riqueza del mineral que le daba sentido a la Villa Imperial comenzó a empobrecerse, el conquistador no sintió ninguna atadura para dejar atrás el lugar y volver a casa. Los únicos que no se irían serían los que nunca habían llegado, los que vivían allí desde mucho antes de Huayna Capac.
Pensar que la historia posterior y la independencia boliviana iban a ser más contemplativas con su gente es una utopía. El Cerro Rico de Potosí continuó con su insaciable hambre de gentes.
Poca plata albergan hoy los túneles que recorren las entrañas de este monte asesino. Pero aún quedan estaño y zinc, que son el motivo principal de su explotación. Eso sí, ya no hay más fiestas interminables ni orgías deslumbrantes. Sus protagonistas se fueron. Desde finales de los años 50, las minas potosinas se explotan de forma estatal. Los beneficios que obtienen los mineros, organizados en cooperativas, no van mucho más allá de lo indispensable para su subsistencia diaria. Todavía continúan muriendo hombres y niños, muchos de ellos hijos de trabajadores que entran al corazón del infierno con 12 años. Masticar hoja de coca en grandes cantidades les ayuda a mantener el ritmo de trabajo y a engañar al hambre. El alcohol casi puro propicia el olvido. Y todo por 150 dólares al mes.
El turismo funciona. Esa forma moderna de mantener presente el color de piel y el aspecto de quienes hace algunos siglos vinieron a arrebatarles la dignidad. Se acercan tímidamente, en procesión, a agradecer el amable capitalismo que hoy disfrutan en sus países a costa de este cerro y de estas almas. Holandeses, españoles, austriacos, ingleses, belgas.
Sin embargo la ciudad colonial, bella hasta la decadencia, perdona y olvida infinitamente. En la Casa de la Moneda, donde se imprimieron los que “valían un potosí”, una placa recuerda con orgullo la visita realizada por los Reyes de España en el año 2000.
Muchos de quienes nos leen se compadecerán por el pasado y el presente del Tiwanaku. En lo personal no puedo dejar de observar los lazos de contacto que aquel Potosí tiende con nuestro presente.
lunes, 20 de julio de 2009
IPC
Brest Litovsk
La revolución se produjo cuando Rusia estaba envuelta en la Primera Guerra Mundial.Uno de sus objetivos declarados fue poner fin a la contienda. Sin embargo, para la paz, como para el tango, hacen falta dos. Y Alemania, que venía sacudiendo de firme al endeble ejército ruso, pretendía continuar su avance y, en caso de aceptar la paz, sacar de ella el mayor provecho. El ejército ruso estaba minado por el descontento y el hastío de los soldados. En la afortunada expresión de Trotsky, los soldados “votaron con los pies” a favor de la paz inmediata, abandonando el frente y volviendo a sus hogares. Las fuerzas alemanas siguieron su marcha hasta poner en peligro a la cuna de la revolución, Petrogrado.
Las negociaciones de paz se realizaron en la ciudad de Brest Litovsk. Después de idas y venidas que no vienen al caso en este momento, el naciente Estado soviético ruso aceptó las durísimas condiciones impuestas por los alemanes. Estos conservaban las conquistas territoriales y trenes cargados de trigo y oro debieron marchar hacia Alemania. Era necesario ceder y se cedió. Una sola cosa era innegociable: la subsistencia de la revolución y del Estado nacido de ella.
Hasta aquí los hechos históricos. Volvamos ahora a la analogía sugerida por Sirinivasa. Luego de la derrota electoral, nos dice el compañero, es necesario ceder. Y tiene completa razón. Mi admiración por el Che se detiene ante una de sus frases: ni un paso atrás, ni para tomar impulso. Es un error. En la política, como en la guerra, a veces es necesario retroceder y ceder lo secundario para salvar lo esencial y para retomar la ofensiva en mejores condiciones.
Comprender esto es fundamental, en dos sentidos. Primero, en la necesidad de retroceder todo lo que sea necesario. Segundo, fijar con claridad hasta dónde se puede ceder sin que las concesiones signifiquen la derrota total.
La analogía de Sirinivasa apunta correctamente a establecer la primera cuestión. Es indispensable pensar con mucho cuidado en la segunda.
Foto: no tiene nada que ver pero es decorativa, ¿no? Encontrada en la bolsa de residuos de http://www.visitingargentina.com.ar/
domingo, 19 de julio de 2009
Galería V
sábado, 18 de julio de 2009
Seby
Una vez, en el almacén, acompañando a su mamá Rosa, se les acerca una amiga que, en broma, le dice:
- Che pibe... Y nada.
- Che pibe, insistía la mujer, y nada. Seby seguía mudo. Al tercer “Che pibe”, reaccionó y le dijo: “Yo me llamo Sebastián. Además porque me decis che pibe. A vos te gustaría que yo te diga che vieja?”
Hoy 18 de julio, hace exactamente 19 años, Seby se fue al cielo. Cuando caminando por Pasteur al 600 de la mano de su madre, camino al Hospital de Clínicas, fue, junto a otras 84 personas, una víctima más del atentado a la AMIA.
Masturbación en el gobierno porteño
viernes, 17 de julio de 2009
Inflados: lanzamos el DCD
Análisis Metodológico (tomá, eso quería decirlo hace años)
Otro factor no medido: el canal virtual de Coto es utilizado por un sector de clase media urbana que tiene los medios y la capacidad para usarlo (banda ancha, espalda financiera para bancar compras grandes, medios de pago acorde, etc.) Por ese motivo los precios del canal virtual podrían estar inflados respecto del canal habitual. Lo que sí es seguro es que esos precios no representa ni de cerca los que paga una familia humilde. Porque las familias humildes compran los kilos de harina de a uno (y que además no van al Coto que te cobra 5 mangos por el delivery) en el almacén del rioba.
La lista de sesgos que propone nuestro método es más larga que el tren blanco y podríamos seguir. Pero no queremos aburrir. Nuestra intención es saber, de primera mano, qué pasa con los precios ahora que la cosa está dialoguista y consensual. Maomeno. Sin grandes aspiraciones. No nos queremos erigir como fiscales del INDEC ni de las consultoras que hacen sus propios relevamientos y estimaciones. Todos muy prolijitos ellos.
Lo nuestro es construir chalecitos con ladrillo de barro: queremos ver qué pasa con los precios de una manera fácil y directa.
La lista al 15 de julio dio 159 mangos con 58 centavos. La actualizaremos quincenalmente (a menos que las condiciones exijan cambiar la frecuencia, vemos).
Ya tenemos los guantes calzados. Deséenos suerte.
Inflados
Los poderes fácticos disfrutan las mieles de una victoria que les es propia en total derecho. Pueden verse algunas caras de sus representantes mediáticos, pletóricas de gozo. Se siente esa sensación de triunfo en algunos titulares de diarios y revistas. En declaraciones públicas de sus adláteres. Y hasta en los comentarios irónicos, minimalistas, de algún que otro habitué de la blogósfera.
De cualquier manera son absolutamente conscientes de que la derrota electoral kirchnerista del 28J es sólo un paso en el derrotero que los conducirá a retomar los hilos de un control social que perdieron el día mismo que Tachuela decidió, dadas las mínimas cosquillas que le hacía De La Sota a las encuestas y los elefantes rosados que Reutemann veía pasar volando después de una apretada secreta, que sus únicas chances de contener el proyecto de dolarización y extranjerización definitiva (que venía a herir de muerte cualquier perspectiva de control del quehacer político y social por parte de la oligarquía diversificada) encarnado por su mascarón de proa La Rata, consistían en favorecer al ignoto gobernador de Santa Cruz.
Sangre y asfalto
Ese derrotero que mencionamos está en pleno desarrollo y pensado para ir directo al corazón del proyecto kirchnerista, al cual buscará aplicarle un electroshock (aunque de objetivo antagónico al de retornar a la vida que le conocemos habitualmente) que efectivizará una eutanasia cuyo costo social, político o económico no desvela en absoluto a quienes lo delinean. Tales factores son parte del costo hundido que representa recapturar el mango de la sartén del proyecto de país exportador de productos agropecuario e industriales primarios que puede contener en su seno, en condiciones aceptables, no más que 15 a 18 millones de personas. El resto de la sociedad está pensado como ejército de reserva de la maquinaria productiva pero aportará, de manera silenciosa y pasiva, el necesario efecto disciplinador que ejerce sobre el trabajador el hecho de saber que detrás suyo se alistan decenas de compatriotas en condiciones laborales contingentes que resignarían mucho de lo que tienen por un conchabo estable que le dé de comer a sus hijos.
Y en el caso que esos ejércitos masivos de invisibles decidieran que el futuro propio y el de sus hijos reside en la acción mancomunada del piquete o, en el peor de los casos, en la acción individual de la delincuencia, entonces y en una carrera contra reloj llegarán las siempre leales fuerzas de seguridad y la justicia adicta, a bajar el rasero de la edad de imputabilidad, a probar los nuevos chalecos y los nuevos escudos anti-revuelta comprados a algún civilizado país europeo, a construir más cárceles, a programar la forma que adquirirá la represión generalizada.
Los poderes fácticos argentinos han demostrado que no tienen escrúpulos a la hora de materializar sus objetivos:
- son los autores intelectuales de la desaparición forzada de 30 mil compatriotas en la década del 70: el derramamiento de sangre no les preocupa;
- son los causantes de la hiperinflación del 89, mucho más objetivada en enseñarle las reglas de juego a un candidato presidencial que hablaba de revolución productiva y salariazo que en sacar el pañuelo para despedir a quien se había traicionado a sí mismo en las fiestas pascuales de 1985: la destrucción de la cohesión social tampoco les preocupa;
- son el núcleo duro del proceso de desguace y robo de las joyas que lenta pero firmemente acumuló la abuela peronista-desarrollista de las décadas previas: el latrocinio y la estafa están entre sus deportes favoritos, no les preocupan sus consecuencias;
- son los árbitros y principales partícipes del proceso de fuga de capitales que organizó Cavallo en su segundo mandato al frente de la cartera económica, en 2001: les gusta ser los primeros en todo y no les importa violar el reglamento de juego.
Por lo tanto, difícilmente esconderán algún prurito a la hora de cargarse un gobierno que no les gusta, que no eligieron y que preferirían ver recorriendo los estrados judiciales de nuestro país: la única limitación que se autoimponen es la de no soliviantar de manera irrefrenable a la población, a la que quieren ver más preocupada en aumentar la propia productividad que involucrada en la acción política directa de reponer en su sitio una presidente democrática, siguiendo las lecciones que dejó un ya lejano abril chavista en Venezuela y tomando debida nota de lo que ocurre hoy mismo en Honduras con el neo-populista Zelaya.
La victoria que consiguieron el 28J les corresponde. Lentamente, producto de un trabajo fino que incluyó herramientas mediáticas como así también económicas y sociales, van logrando que amplias mayorías que apoyaron al gobierno en su momento vayan cambiando sus preferencias y vayan guardando en un cajón la foto autografiada de los Kirchner, responsables a su vez de una importante lista de errores no forzados que contribuyeron (algunos persisten de manera inentendible) cada día a ese amargo eclipse.
La derrota oficial del 28J, eso sí, impone una dinámica acelerada a los acontecimientos destituyentes que se vienen, algunos de los cuales ya observamos en franco desarrollo. Fundamentalmente apuntar a la base económica del proyecto: la inédita performance de la economía argentina durante los gobiernos K se estructura sobre los así llamados “superavits gemelos”. La destrucción de este eje central como paso previo a la derrota política definitiva del gobierno es el objetivo inconfesable del establishment.
En ese sentido los reclamos por reducción en la alícuota de retenciones agrícolas o su versión más actualizada y con toques de maquillaje: “discutir modificaciones sobre el código aduanero”, que para la oposición se entiende como quitarle al PEN una de sus herramientas fundamentales de política económica para llevarlas al difuso seno del Congreso; la discusión por coparticipación del impuesto al cheque y la declaración de la emergencia agropecuaria que proponen algunos personajes ahora abiertamente opositores; el debate por los “superpoderes” que criteriosamente Mariano comenta en un post previo y otros recortes al superavit federal son, a pesar del supuesto sentido común y republicanismo conque se presente la mordida, medidas tendientes a ahogar al gobierno en materia económica, anularle su capacidad operativa y así, abrir la puerta para un escenario de caos convenientemente amenizado por saqueos y corridas. Nada más deseable para un gobierno no querido que una caída estruendosa, no sólo por el carácter revanchista de la misma sino por las insoslayables señales que irradia en los cuadros políticos que hubieran pensado en un camino soberano y solidario que no tuviera en cuenta a los dueños de la Argentina.
El “programa de desestabilización” enunciado no obsta sino que debe adicionarse a la continuidad del indispensable proceso de erosión de la imagen presidencial, buscando que una parte importante de los más de 5 millones de votantes que apoyaron al proyecto kirchnerista a fines de junio vayan reviendo posturas a lo largo de los próximos meses. Por eso seguirán los títulos de diarios, los zócalos de noticieros televisivos y los conductores radiales mañaneros persignándose ante la orgía diaria de populismo, crispación y porfía que propone el gobierno, sea por un supuesto enriquecimiento producto de la venta de terrenos que ingresan a una declaración jurada a valor fiscal y se realizan a valor de mercado, sea por el número de muertos producto de la Gripe A, sea por las misiones pro-democráticas que emprende la primera mandataria en países del hemisferio.
Inflar la inflación
En este sentido es interesante, por lo paradójico, observar el relato social que ofrece el fenómeno inflacionario: independientemente de las trapisondas imperdonables que puedan ejercerse sobre los índices del organismo a cargo de las estadísticas, gravosas per se, está instalado de manera irreversible en la sociedad un viejo relato que indica que la inflación es responsabilidad intrínseca del gobierno. Sin profundizar mucho en el asunto podemos rápidamente decir que esto es cierto cuando se da una serie de fenómenos simultáneos ninguno de los cuales está presente actualmente en la economía. De manera que si la administración ofrece cuentas claras y especialmente superavitarias, la inflación podrá tener varios otros causales no estrictamente relacionadas con desmanejos gubernamentales.
La complejidad técnica de la cuestión, que está alejada del hombre de a pie (el que encuentra en los gobernantes y en los políticos la causa primaria de todos sus males), es la principal causa de que la inflación sea una herramienta metodológicamente óptima para la desestabilización, en especial cuando los mercados tienen las características de tamaño, concentración y oligopolio que presenta el argentino. Con muy poco esfuerzo, una agenda telefónica actualizada, un poco de sincronización y una dosis de mala leche se puede lograr un efecto en la variación de precios al consumidor, que el votante medio, desconocedor de los intrincados mecanismos del mercado y sometido a incesante propaganda des-explicativa, atribuirá a desmanejos de la administración central. Muchos gobernantes del mundo pueden dar pruebas de los nocivos y directos efectos de la inflación sobre la gobernabilidad.
Si la administración se empeña en ofrecer como imagen defensora del castigado bolsillo del consumidor la de un fantasma largamente perforado por los oligopolios, que la próxima vez que levante un teléfono para putear a un empresario será ninguneado por un pañolero de mantenimiento de planta, la cosa se agrava.
Conocedores de esta realidad, del pasado reciente y tan intuitivos como nos lo pide la lleca, los Cartoneros que escribimos en este blog queremos aportar nuestro granito de arena, para lo cual desarrollamos una herramientita pobre y sencilla con la que pretendemos inaugurar una suerte de “desestabilizómetro cuantitativo digital*” o DCD, que nos ira dando algunas señales de nuestro diagnóstico.
Mientras tanto lo dejamos que vaya a buscar protector bucal, guantes y casco. Nos vemos en el próximo post. Suerte.
*digital porque ingresamos los datos con el dígito índice de cada mano